El carbón y la kombucha trabajan en armonía para limpiar y exfoliar suavemente la piel, eliminar las células muertas y estimular la hidratación. La kombucha se conoce como "té de la inmortalidad", un superalimento elaborado a partir de té fermentado, rico en probióticos que ayudan a hidratar la piel, las vitaminas B1, B6, B12 y la vitamina C apoyan la función celular y ayudan a revitalizar la piel. El efecto general es uno de piel revitalizada que se ve más luminosa, más suave, más tersa y bien hidratada.