Sonaron los doce golpes de medianoche, pero nadie prestó atención. En cada uno de los salones, las conversaciones eran furiosas. Hablamos de nueva ola, pintura abstracta y nueva novela.
Al refinamiento de las ideas se agregó el de las decoraciones. En el salón de ébano, un cantante de jazz. El calor de su voz se mezcló con el de su perfume: vainilla, que llevaba en la piel. Vainilla, haba tonka, almizcles blancos: un acuerdo carnal y fascinante.
En 1981, su primera tienda nació rue de Bellechasse en París. Un lugar encantador con un ambiente íntimo y refinado, que firma el nacimiento de la casa Annick Goutal.
En su taller, Annick Goutal desarrolló su amor por bellos materiales. Se distingue por la originalidad de sus diseños e inicia una fragancia personal que atrae a los conocedores.
El perfume se convierte en su nueva música. Poco a poco, ella firmó sus primeras creaciones, que exigirán Eau d'Hadrien, Mujer pequeña Chérie, que se basará el comienzo de una aventura olfativa única.
Con el tiempo, la casa Annick Goutal escribir un nuevo capítulo en la perfumería francesa y crece en todo el mundo.
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